Porque sabemos que hay otras formas de hacer las cosas.
Porque sabemos que los seres humanos dedican gran parte de su
jornada diaria a trabajar.
Porque sabemos que los ambientes de trabajo no resultan, en
muchos casos, lo suficientemente estimulantes para los trabajadores.
Porque sabemos que los directivos como consecuencia de lo
anterior se encuentran con situaciones que en vez de resultar beneficiosas para
la empresa, la empequeñecen y empobrecen.